
Hormonas femeninas para prevenir la ceguera
“Al estudiar su administración en la retinosis pigmentaria queríamos no solo confirmar este efecto neuroprotector, sino también la capacidad de la progesterona para reducir el efecto de los radicales libres e incrementar las defensas antioxidantes” para tratar de frenar el avance de la enfermedad, la principal causa de ceguera en la población laboralmente activa en los países desarrollados, recalcó Miranda.
Durante la investigación se administró progesterona por vía oral a ratones, en dosis de 100 miligramos por kilo de peso. Solo 8 días después del inicio del tratamiento por vía oral se observó un aumento en la respuesta del electrorretinograma y una reducción de la gliosis, factor esencial para frenar la enfermedad y el deterioro de la visión que produce.
Se detectó también una significativa reducción de las concentraciones de glutamato en la retina, entre otros efectos, comentó la científica.
“Hemos podido comprobar cómo esta hormona actúa en múltiples niveles para retrasar la muerte de los fotorreceptores de la retina”, destacó.
A nivel mundial, una de cada 4.000 personas sufre retinosis pigmentaria, una enfermedad que afecta a los fotorreceptores de la retina, principalmente a los bastones, responsables de la visión nocturna o con luz tenue. Sin embargo, una vez que los bastones han degenerado, los conos -responsables de la visión diurna y la principal fuente de visión en los seres humanos- también mueren, lo que lleva a la ceguera completa.
En este estudio sobre la progesterona, la profesora María Miranda lideró al equipo formado por Rosa López Pedrajas, profesora del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH; Violeta Sánchez Vallejo y Soledad Benlloch, ayudantes de investigación del Instituto de Ciencias Biomédicas de la CEU-UCH, y el profesor Francisco Javier Romero, de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Valencia.