Los investigadores creen que los VLC-PUFA pueden beneficiar a las personas que padecen la enfermedad de Stargardt autosómica dominante, DMAE y/o, posiblemente, otras degeneraciones de la retina.
Mediante un experimento que realizaron los investigadores del Centro Oftalmológico Moran de la Universidad de Utah, se llegó a comprobar que tanto la agudeza visual como la sensibilidad de la retina de ratones con la enfermedad de Stargardt (mutaciones en ELOVL4) mejoraron tras ser alimentados con un VLC-PUFA el cual no está disponible normalmente en la dieta de estos. Asimismo, estos ácidos grasos mejoraron la función de la retina de los ratones que carecían de enfermedad de la retina.
Los resultados del estudio, los cuales fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), llevaron a los investigadores a creer que los VLC-PUFA podrían ser terapéuticos para las personas con la enfermedad de Stargardt autosómica dominante, con degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y, potencialmente, con otras degeneraciones de la retina.
Las investigaciones han demostrado que los Acidos grasos poliinsaturados (PUFAs) como el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA), los cuales podemos encontrar en alimentos como el pescado de agua fría y los suplementos dietéticos, pueden conferir beneficios para la salud, como la prevención de las enfermedades cardíacas y la inflamación. Sin embargo, los beneficios del DHA y el EPA para las enfermedades degenerativas de la retina no se han observado de forma consistente en los ensayos clínicos.
El doctor Paul Bernstein, quien es el investigador principal del equipo, afirma que los VLC-PUFA son una clase especial de lípidos que no se conocen tan bien como el DHA y el EPA, se sintetizan normalmente en la retina y los testículos y se cree que ayudan a mantener la salud y la función de los fotorreceptores. Los fotorreceptores son las células de la retina que procesan la luz y hacen posible la visión. Dado que los AGPI de cadena muy larga son escasos, los investigadores los produjeron sintéticos para el estudio. En definitiva, el Dr. Bernstein afirma que el proceso de producción de estos AGPI de su equipo puede ampliarse para producir cantidades suficientes para su evaluación en humanos: «Nuestros resultados de los estudios sobre AGPI de cadena muy larga en ratones son muy prometedores. Dicho esto, se necesitan investigaciones adicionales para optimizar la formulación, la dosis, y el momento de la intervención, especialmente para su evaluación en humanos. Debido a que las anomalías de los AGPI de cadena muy larga son una característica común de las afecciones que provocan ceguera, como la DMAE y la retinopatía diabética, se justifica la realización de más estudios».
Traducido por Irene Ulibarri para Retina Bizkaia Begisare.
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