El paso más importante para vivir positivamente con una DHR es la aceptación. Es normal que tras recibir el diagnóstico de una enfermedad degenerativa de retina que puede conducir a la ceguera, sientas miedo y confusión. Algunas personas aceptan esta situación con más facilidad que otras, pero la mayoría atraviesan un periodo de tristeza antes de asimilar la noticia. La capacidad de adaptación y la actitud positiva serán claves para determinar el tipo de vida que tú y tu familia llevaréis en el día a día. Conocer a otras personas afectadas y compartir con ellas inquietudes y recursos, es fundamental, y lo puedes conseguir a través de la asociación de pacientes más cercana a tu zona.
En ocasiones puede ser necesaria la atención especializada por un psicólogo o psicóloga.