No todas las DHR son degenerativas ni terminan necesariamente en ceguera, y en las que lo son, el avance puede variar mucho de una persona a otra. En ocasiones, la pérdida de visión es lenta y puede que ésta se mantenga estable durante muchos años. Otras veces hay periodos de fuertes caídas, a menudo seguidos de años sin pérdida aparente.