Las dificultades principales se presentan:
En los desplazamientos
El grado de dificultad estará directamente relacionado con el tipo de reducción de campo visual. Cuando es leve (entre 20º-40º centrales), los problemas se producen cuando hay poca iluminación. En el caso de que la reducción sea moderada (campo útil entre 10º-20º centrales), la inseguridad es constante con luz escasa y, además, son frecuentes los tropiezos y golpes, incluso con buena iluminación. Mucho más graves son las dificultades con reducción de campo severa (menos de 10º), pues la visión sólo se produce con muy buena iluminación o con luz diurna.
La problemática se concreta en las siguientes actividades:
– Movilidad. Está afectada porque para detectar obstáculos y evitarlos, se utiliza la zona periférica del campo.
– Orientación. Se produce porque solo una parte del espacio puede ser visualizada y es difícil relacionarla con otras zonas. Para entenderlo, es útil el ejemplo de un puzzle. Si sólo vemos una de sus piezas, no sabemos de qué se trata, ya que la interpretación del todo a través de una de sus partes resulta muy complicada.
– Cálculo de distancias. Se requiere para esta habilidad un buen campo visual, para ver simultáneamente varios objetos, saber cuáles están más lejos y cuáles más cerca, relacionarlos y calcular la distancia de cada uno conjugando toda la información percibida.
En el control del deslumbramiento y en la adaptación a los cambios de iluminación
Los mecanismos del control de la iluminación suelen estar alterados, por lo que se requieren períodos de tiempo muy largos para adaptarse a los cambios, sobre todo de luz a oscuridad, siendo imposible en algunos casos.
Asimismo, puede haber deslumbramiento en diferentes situaciones de iluminación (con luz natural o artificial), tanto en espacios interiores como exteriores.
En las actividades de visión de cerca
Nos referimos a la lectura, escritura, costura, bricolaje, etc. En todas ellas, los problemas son más evidentes cuánto más pequeño es el campo visual, y también cuando ya está afectada la zona central (en este caso ya no se tendrá buena agudeza visual).
En la lectura, al no tener referencias espaciales, las pérdidas y regresiones por el texto son constantes y no siempre utilizar aumentos resulta de utilidad porque la imagen puede salirse del campo de visión. Otro problema habitual es la dificultad en el manejo del dinero.
En las actividades sociales
Como por ejemplo reconocer a las personas de lejos y de cerca, saludarse dando la mano, practicar deportes (fútbol, tenis, golf, etc.), juegos de mesa (cartas, dominó, parchís, etc.), ir al cine, al teatro, a un restaurante, etc.
Además de estos inconvenientes, es frecuente que las personas con RP tengan la sensación de ver mejor unos días que otros. En esto influye la iluminación (algunos prefieren que esté nublado, otros no), pero también el cansancio y el estrés. Asimismo, y sobre todo al principio, utilizar el resto de visión supone un gran esfuerzo físico y emocional.